TB-303

si la invención de la guitarra eléctrica supuso una auténtica revolución para la historia del rock, la comercialización a mediados de los años 80 del roland TB-303, el cacharro de la imagen, significaría un avance fundamental en la historia de la música electrónica. se trata de un generador de líneas de bajo sintetizadas, una maquinita que repetía un patrón de notas determinado que podía filtrarse hasta el infinito, variando la resonancia, el timbre, el tono, el tiempo… en fin, que podías modificar todas estas variables mientras sonaba la frase de bajo previamente programada, obteniendo un peculiar sonido ácido si estrujabas suficientemente los mandos. precisamente por ese tipo de sonido se bautizaría como acid-house al movimiento musical que surgió desde las pistas de baile en chicago a finales de los 80. armando gallop fue uno de los grandes representantes del género, y aunque todos usaban el 303, ninguno le supo sacar el jugo a la máquina como él. basta escuchar alguno de sus temas, como land of confusion, para comprobarlo:

el sonido ácido ha seguido usándose desde entonces, y hoy en día muchos DJ y creadores de música electrónica no pueden resistirse a incluir alguna dispersión de frases de bajo sintetizadas al estilo TB-303 en sus temas. josh wink, por ejemplo, reeditó su magnífico higher state of consciousness el año pasado, mismamente:

entiendo que haya gente que le horrorice lo que esta máquina del demonio puede hacer, pero exactamente lo mismo se decía de la guitarra eléctrica en sus primeros años de existencia, oye. el caso es que tener hoy un TB-303 original es como tener un tesoro, ya que son instrumentos muy cotizados, de gran valor histórico-sentimental. no obstante, y para hacerse una idea aproximada, existen emulaciones software que nos ofrecen sensaciones parecidas en cuanto al sonido, y es un gustazo jugar con los botones, la verdad. aunque sea a fuerza de clicks ratoneros!!