alumbramientos

Estoy harta de este silencio oscuro!! La corchea, joven impetuosa, deambulaba atropellada por la caja de resonancia, siempre curiosa. Caaalma, no te pongas histérica, que tarde o temprano saldremos de aquí, afirmó una veterana redonda con su habitual serenidad. Cuando por fin notaron movimiento la excitación fue general y todas se prepararon, alborotadas, para la fiesta sonora. Entonces vibraron las cuerdas, una tras otra, en un rasgueo limpio, brillante, y las notas, como pilotos que pulsan eject antes de que el avión se estrelle, salieron despedidas, hermanadas en armonía, cruzando al otro lado, el mundo que habían contemplado por aquella enorme ventana redonda, para ser música, para vivir, felices.