me encantaría ir al spotted cat, el local más auténtico de nueva orleans, con actuaciones de grupos de jazz y blues de día y de noche, todos como sardinas en lata, con la gente bailando, disfrutando de la música, de la vida. ni el katrina pudo con ellos, porque, a pesar de la escasez de generadores para el suministro eléctrico tras el paso del huracán, allí seguían abriendo, irreductibles, aunque fuera a la luz de las velas, manteniendo viva la llama de una ciudad entera.
THE SPOTTED CAT
me encantaría ir al spotted cat, el local más auténtico de nueva orleans, con actuaciones de grupos de jazz y blues de día y de noche, todos como sardinas en lata, con la gente bailando, disfrutando de la música, de la vida. ni el katrina pudo con ellos, porque, a pesar de la escasez de generadores para el suministro eléctrico tras el paso del huracán, allí seguían abriendo, irreductibles, aunque fuera a la luz de las velas, manteniendo viva la llama de una ciudad entera.
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Maravilloso... ahora voy a tener que pintarlo.
ResponderEliminar;)
perfecto para una acuarela jazzística de las tuyas! :)
Eliminar¡Esos son los locales que me gustan a mí! Buena música en directo como ingrediente esencial y luego... todo lo demás (incluso los generadores para el suministro eléctrico; jajajajajaj).
ResponderEliminarUna gozada de sitio, sí señor.
Besos
la música es lo principal, porque el local en sí tampoco es una maravilla, pero son lugares míticos, como el bluebird cafe de nashville para el country o el kingston mines de chicago si hablamos de blues. sería genial hacer un recorrido!
EliminarQué fiesta más guapa.
ResponderEliminary tanto! es contagiante, verdad?
EliminarMe apunto al viaje, Raúl :)
ResponderEliminarvenga, fletemos un barco! :)
EliminarA mi también me encantaría....Es genial!
ResponderEliminarUn abrazo raúl! :)
un abrazo paisana :)
EliminarPues el local iluminado con velas tendría un encanto especial... el resurgir de las cenizas...
ResponderEliminarseguro, reafirmando una unión, un espíritu de supervivencia, de fe, brutales
Eliminaroh que pasada , Raul como molan los sitios asi , me encantaría estar en el pellejin de la chica del vestido rojo , que por cierto se ve reflejada en el espejo de encima de los músicos ;) , bueno en verdad me encantaría a ser alguno de los músicos jijiji
ResponderEliminarser uno de los músicos sería ya... apoteósico! :)
EliminarTienes 361 días de este mismo año para hacer ese sueño realidad.
ResponderEliminarSi no, siempre nos queda..........imaginarlo y escucharlos,como he hecho yo ahora, ha sido como estar allí :-)
Un beso.
siempre nos queda cerrar los ojos para viajar, es verdad :)
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