uno de los grandes momentazos de la historia del jazz ocurrió durante la actuación en 1956 de la banda de duke ellington en new port, cuando el saxofonista paul gonsalves, contagiado por el baile incendiario de una rubia que espontáneamente subió al escenario, ejecutó un solo inolvidable, provocando la locura colectiva de la audiencia, desatando unas poderosas sinergias entre músicos y público. en este vídeo, un fragmento extraído de la excepcional serie documental sobre la historia del jazz de ken burns, se explica estupendamente bien, con fotos y sonidos originales.
ellington at newport
uno de los grandes momentazos de la historia del jazz ocurrió durante la actuación en 1956 de la banda de duke ellington en new port, cuando el saxofonista paul gonsalves, contagiado por el baile incendiario de una rubia que espontáneamente subió al escenario, ejecutó un solo inolvidable, provocando la locura colectiva de la audiencia, desatando unas poderosas sinergias entre músicos y público. en este vídeo, un fragmento extraído de la excepcional serie documental sobre la historia del jazz de ken burns, se explica estupendamente bien, con fotos y sonidos originales.
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Hola, Raúl.
ResponderEliminarMe ha encantado el documental... Hay que ver lo que hace una voluptuosa mujer bailando, jajjajajaajaja.
Una anécdota que generó una gran venta de este disco.
Besos
Que bueno, tuvo queser impresionante uno de esos momentos instantáneos que quedan en la memoria de los que lo viven, por suerte están este tipo de documentales
ResponderEliminarMuy interesante!
ResponderEliminarGenial. El documental lo explica muy bien. En el sonido se aprecia el in crescendo que esa sinergia produjo... La magia que se produce cuando dejas salir el genio... jajaja
ResponderEliminarMe encantó el documento. La rubia parece muy natural, guapísima y explosiva, se la ve... sí, muy capacitada para avivar el fuego de estos grandes músicos...
¿Y no sabemos el nombre?
Bueno, jaja, quedará para la posteridad como la rubia incendiaria de Newport... jaja
Anda, había escuchado los discos "Ken Burns Jazz" en el spotify, pero no sabía que venían de una serie documental... habrá que conseguirla.
ResponderEliminarLa que puede liar una improvisación! jaja Muy bueno el documental, e interesante
ResponderEliminarjajaja que bueno el documental...momentos así son únicos, si si :D
ResponderEliminarOtra gran historia en el blog...la verdad es que con una rubia así quien para de tocar?
ResponderEliminarQ pasada, es que cuando la buena música te posee es difícil resistirse :) Un abrazo
ResponderEliminarQué interesante. Cómo se echan de menos los documentales sobre música en la tele.
ResponderEliminar¡Cómo la bella logró sacar la bestia musical que todos llevaban dentro!!!
ResponderEliminarEstupendo documental,sí señor.
Que subidón debió tener, tienen que ser momentos que jamas se olvidan.:)
ResponderEliminarque buena historia! siempre nos traes cosas curiosas!
ResponderEliminarUn saludo
Estaba en el sitio oportuno, reaccionó oportunamente. Sensacional! no puedo dejar de mover los pies...
ResponderEliminarTe dejo un beso, Raúl.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Me ha encantado! :-)¡¡Ya me hubiera gustado a mí estar sobre ese escenario!!
ResponderEliminares muuy bueno, el jazz da una libertad que no dan otros géneros.
ResponderEliminarsalud.
como siempre.. cuanto se aprende..
ResponderEliminarel Duque: grande entre los grandes. Me ha encantado esa historia y QUIERO ESA SERIE DOCUMENTAL sobre la hª del jazz ahora mismo!!
ResponderEliminargracias por la información
Que grande es el duque, tanto con pequeñas formaciones como al frente de una big band. Si además, le sale una colaboradora de semejante "talla", pues mejor que mejor.
ResponderEliminarEstupendísimo documental!!!!
Grandioso!
ResponderEliminarOrgasmico!!