cada mañana se despertaba con la misma música en la cabeza, una sonora alfombra roja desenrollándose a cada paso, como cuando hacía el paseillo con el albornoz de campeón, dispuesto para el combate. ahora el único albornoz que llevaba era la bata de enfermo del sanatorio mental, y aunque dejó de ser un campeón hace ya mucho tiempo, cada mañana, al despertar, vapuleaba la realidad con su victoriosa melodía interior
*audio: interpreta-sones
(composición disponible en "artillería sonora")
pues si, esa melodia es para ir despertando con garbo, me gusta lo de golpear la realidad.
ResponderEliminar;D
Buen finde!
Muy buena foto... Soy muy de fotos en blanco y negro tipo retrato. El relato corto incluye todo lo que transmite la imagen...y es que la vida siempre te sorprende en el último momento dando un giro de 90º y, como si de una ficha se tratase, te coloca al otro extremo de donde estabas...casilla de salida de nuevo o casilla de llegada?
ResponderEliminarUn audio ideal para entrar en calor, para ponerse en marcha en esta mañana tan fresca.
ResponderEliminarSaludos.
Has escogido el relato para el audio o el audio para el relato?
ResponderEliminar(curiosidad)
[la melodía que escucha en su cabeza tiene aires de banda sonora de peli)
Tus textos me gustan, podías prodigarte más... si encuentras como meter tu música en ellos.
ResponderEliminarEsta fórmula del microrrelato me encanta.
Muchos nos depertamos con una cancion en la cabeza. Me has hecho pensar en el film que vi hace dos dias "el solista".
ResponderEliminarEste senor sigue siendo un campeon, por el solo hecho de darle combate a la vida.
BFdS!! besos
ya me gustaría componer cosas cada día, ya, pero no tengo tanta inspiración, ni tanto tiempo. en este poemaudio en concreto la música propició el texto, aunque a veces sucede al contrario, es la historia lo que genera la composición. en otras ocasiones es una imagen la causante de todo, un todo integrado, en definitiva. anyway. me alegra que te encante zeltia! :)
ResponderEliminarMuy buena la música, es una marcha de arrebato y a por todas, y buena historia la del campeón,
ResponderEliminar¡Qué triste debe ser cambiar el albornoz de campeón por uno del sanatorio!.
ResponderEliminarLa composición musical me gustó.
Besos
Un audio perfecto dedicado a un triste final. Gran texto y gran foto.
ResponderEliminarVapuleemos a la vida, con nuestra mejor actitud, nos llevaremos menos golpes
Loco y todo pero la seguía peleando!
ResponderEliminarSaludo y buen finde
Cuánto los celebro cuando los posteas...
ResponderEliminarPlasplasplasplas por ti, Raúl!! Excelente no, lo siguiente.
Una ostia en toda la boca a la vida.
Y a los que permiten que estas personas sean olvido, pagando una condena que no pidieron.
Qué campeones somos todos, ¿eh? Sobran las palabras.
Humanidad de mierda.
Saludos!
El orden de factores no altera el producto... Un todo inspiración que nos encanta..
ResponderEliminarLa melodía encaja a la perfección... Victoriosa, ideal de banda sonora interior para cualquiera que necesite vapulear realidades poco amigables... sí.
Mmm, tenía que haberme marcado como objetivo para 2011 conseguir un albornoz de campeón de esos, uno brillante y hortera, molan un montón.
ResponderEliminarDe momento me conformaré con ir a pegarme con la vida con esa banda sonora, que no es poco...
por que no publicAs un adiobook??:) gueno gueno
ResponderEliminarLas grandes mentiras que soltamos los cuerdos son las excusas de los locos :)
ResponderEliminarBesicos
Música que "pone las pilas". Yo tengo una especie de deshabillée donde se lee en la espalda en chino "Larga vida a la emperatriz", shou.
ResponderEliminarNo te creas que la pelea de la segunda mitad de su vida es manca.
ResponderEliminarComo siempre.....me has knockeado!
ResponderEliminarConozco algunas historias similares.
ResponderEliminarun abrazo :)
¡Segundos fuera!
ResponderEliminar¿Cómo no he podido leer esto hasta hoy? "Cada mañana, al despertar, vapuleaba la realidad con su victoriosa melodía interior". IMPRESIONANTE. Supongo que, a veces, todos vamos con una melodía, si no para vapulear la realidad, al menos para que la realidad no nos vapulee a nosotros. La mía es el final de Telegraph road.
ResponderEliminarNo es saludable quedarse anclado a una época...
ResponderEliminarTe dejo un beso, Raúl.