la amusia es un término neurológico que se usa para describir la pérdida de capacidad musical derivada de algún tipo de lesión cerebral. es como una afasia, un trastorno que te impide reconocer tonos, seguir ritmos o escribir partituras. el celebérrimo compositor maurice ravel pasó los últimos años de su vida sin poder transmitir la música que escuchaba perfectamente en su cabeza debido a un desorden neuronal que le impedía la transcripción pentagramática o la ejecución de notas en instrumentos. la frustración tuvo que ser pequeña, vamos. terrible. menos mal que le dio tiempo a escribir más de 80 obras originales, algunas sublimes, como ese bolero que ya forma parte del acervo cultural universal.
Qué horror... Pensé que lo peor que le podía pasar a un músico era la sordera...
ResponderEliminarVaya, pues ese tipo de afasia musical también la padezco yo, que no tengo muy clara mi capacidad para reconocer todos los tonos y muchísimo menos para escribir una partitura. Jajaja.
ResponderEliminarBueno, ahora en serio. Ese obsesivo Bolero siempre me pareció una pasada de composición. Lo escuché hace muchos años en el Auditorio de Madrid interpretado por una orquesta (que evidentemente no recuerdo cual) y fue... para re-correrse una y otra vez :). Ese crescendo instrumental que culmina con la explosión de todos y cada uno de ellos al unísono, es apoteósico y difícil de olvidar.
Una pena que el vídeo no recoja esa parte. Pero mira, me voy a buscarlo que me ha entrado el gusanillo raveliano.
PD - Gracias por la información. Desconocía el tema de la amusia de Ravel o si en alguna ocasión lo supe, ya lo había olvidado.
jooderr Raúl lo que se aprende conigo ni en mil vidas me da tiempo... jajjajajjaja besos san juaneros....
ResponderEliminar¡Qué interesante! No había oído hablar de este trastorno neurológico, que para un músico debe ser algo terrible, más o menos como que un fotógrafo o un pintor se quede ciego, ¿no?.
ResponderEliminarBesos
Jo vaya tela pobre tío debía ser horroroso y mira que hizo temas xulos, bueno será eternamente recordado por el bolero y eso pocos lo pueden decir
ResponderEliminarBueno me imagino que ya sabrás que este tema siempre se ha dicho que es buen acompañante del ritmillo sexual...a bolerizarse!!!!
ResponderEliminarJo, pues esto es casi peor que ser sordo ¿no?
ResponderEliminarBesicos
Uhmm, a ver si sufrí una amusia cuando dejé la Fender y los botoncitos de los teclados. En serio, interesantísimo post. Abrazo.
ResponderEliminarEl cerebro es impresionante, para lo bueno y para lo no tanto. Hace poco he leído un libro que se titula "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero". Es una de las lecturas que más he disfrutado en mi vida. Trata sobre personas con lesiones en el hemisferio derecho del cerebro, en la mayoría de los casos, o con lesiones en el izquierdo que potencian las capacidades del derecho. Se relata el caso de un grupo de pacientes con afasia que habían hipertrofiado su capacidad para captar el significado del lenguaje no verbal. Te lo recomiendo. Te iba a encantar.
ResponderEliminarPor cierto, el hombre que confundió a su mujer con un sombrero era profesor de música y, puesto que ya no podía reconocer caras, comenzó a identificar a la gente por la música que desprendía al moverse.
Vaya jodido ¿no? Yo ando como ELektra, pero mucho peor, pues tb dí hace año por imposible eso de seguir ritmos! Hay omá! Cuando digo que no quiero ir al médico... Saludos!
ResponderEliminarAfortunadamente, le dio tiempo a componer una de las piezas clásicas más brillantes que se hayan escrito jamás.
ResponderEliminarconocía ese trastorno, aunque no me había parado a pensar la dosis de sufrimiento que conlleva...
ResponderEliminarY, como tantas veces, la música un regalo
:)