el último príncipe


el primer príncipe llegó con un enorme ramo de rosas rojas. representan el amor apasionado, dijo, y son para ti. la princesa percibió el arrullo voluptuoso de las flores y se azoró.

el segundo príncipe vino con un ramo de rosas blancas. simbolizan la inocencia, afirmó, y son para ti. la princesa quedó reconfortada por la ausencia de peligros, de espinas, sintiéndose segura en la templanza.

estas flores son el símbolo de la alegría, del júbilo de vivir, aseguró el tercer príncipe, y son para ti. la princesa se contagió de vitalidad, sumergiéndose en la luz de un fabuloso ramo de rosas amarillas, y sonrió ampliamente.

el último príncipe no trajo nada, no dijo nada, se acercó a la princesa y sin dejar de mirarla le cogió las manos. los pétalos de todas las rosas comenzaron a desprenderse suavemente para revolotear en el aire, como mariposas policromas, a su alrededor. la princesa abrazó entonces con fuerza al último príncipe para susurrarle al oído: me quedo contigo, me quedo contigo.

25 comentarios:

  1. qué cuento tan dulce, me ha encantado! :)
    abrazos

    ResponderEliminar
  2. Bonita historia, llena de sensibilidad.

    ResponderEliminar
  3. Jopetassss, qué bonito. No hay nada como entregarse tal cual, sin adornos multicolores.

    Por una mirada, un mundo...

    Lo de princesa ya lo he conseguido. Ahora, donde están mis cuatro príncipes? Jajajaja.

    Bon día, maestro.

    ResponderEliminar
  4. qué suerte la de la princesa. Una chica lista que sabe que siempre hay alguien que sin música de fondo, sin decorados tiene ese algo especial... mejor que un ramo de flores. Dónde va a parar.

    Muy bonito.

    ResponderEliminar
  5. Que no lean esto los de Interflora...

    ResponderEliminar
  6. Eso es lo que tiene el amor...mariposillas que te revolotean todo el día....Simplemente genial!!!

    ResponderEliminar
  7. Me encantóoo la historia. Yo también quiero uno de esos, jooo. Es muy bonita, en serio, todas las opciones eran buenas, no sé si la princesa eligió la mejor. Por cierto ¿sabes si comieron perdices???? Imagino que sí, espero que fueran de granja, porque es especie protegida. Besos

    ResponderEliminar
  8. que bonita historia!! me encanta.

    Un besote ;-)

    ResponderEliminar
  9. Deberias pues escribir mas.
    Se te da muy bien. Me ha encandilado la historia. Un saludo!

    ResponderEliminar
  10. gracias david, viniendo de alguien que escribe con tantísima personalidad como tú es todo un halago.. a ver si se te apaña pronto el interné, cojoneees! :)

    ResponderEliminar
  11. yo tambien habria preferido una mirada antes que un ramo
    muy bonitaaaaaaaaaaaaaaa
    ;)

    ResponderEliminar
  12. me encanta la sensibilidad del
    desenlace de no necesitar las palabras...


    habla de tu delicadeza...


    me encanta

    ResponderEliminar
  13. Fantástico cuento propio de las mil y una noches.

    Cada rosa simboliza algo, el significado que cada uno quiera darle, además de simbolizar a la persona que te las regala y el sentimiento que llevan dentro.

    Pero que quien te las regale sea el propio regalo en sí.....eso si que no tiene desperdicio.
    ¡Me lo quedo, me lo quedo! jaja

    Un beso.

    ResponderEliminar
  14. cuanta razón: para sentirse amada, no hacen falta regalitos ni ramos (aunque de vez en cuando, tampoco vienen mal...jajaja).
    Esto de los príncipes, es curioso: tan monos ellos y a la vez, tan monárquicos! jajaja

    Un saludo (estresado!)

    ResponderEliminar
  15. como

    chuva morna

    caindo doce

    inesperada (

    do

    céu azul





    ~

    ResponderEliminar
  16. Entiendo, más hechos y menos promesas esperanzadoras. Aunque que te regalen unas florecillas de vez en cuando también gusta.

    ResponderEliminar
  17. ohhhhhhhhh que nice... llevo una epoca en que solo me encuentro cuentos de principes... y yo que me flipaba el de beckelar.. jajajjajjaja luego te mando al correo un cuento,, a ver si te gusta buena tarde:)

    ResponderEliminar
  18. Joer, que auténtico el último principe. Abrazo, Raul.

    ResponderEliminar
  19. ^_^ también lo hubiera escogido yo

    ResponderEliminar
  20. Bueno, que cosa más bonita bonita pero BONITA eh!!!

    Mira que me acordé ahora de óvulos y espermatozoides nadando alrededor intentando atravesar la membrana... jajajajaja Pero qué me estará pasando a mí.... jajajaja

    Si es que tengo un libro muy bonito que cuenta con mucho detalle las últimas observaciones y descubrimientos del momento de la fecundación, el principio de todo....
    Bueno, pues resulta que han descubierto que los espermatozoides que llegan al óvulo, un centenar de los millones que comenzaron la competición, aunque no lleguen a atravesar la membrana, cumplen un papel muy importante a la hora de hacer emigrar al óvulo fecundado por uno de los compañeros, el ganador, el auténtico príncipe... jaja.

    Intentan taladrar hacia el plasma celular y con sus colas todavía con fuerza a pesar de lo duro de la travesía recorrida, hacen girar al óvulo en el sentido contrario de las agujas del reloj (siempre), haciéndolo avanzar hacia el útero, la que será su nueva casa.... Eso es tener buen perder o quizá espíritu de equipo... ¿no es maravilloso? jajaja

    Bueno, eso, que los pétalos policromos de las rosas revoloteando alrededor se me antojó la colaboración de los otros príncipes en la historia de amor de la princesa. Precioso.

    ResponderEliminar
  21. yo también quiero volver a tener quince años.

    ResponderEliminar
  22. coooño. y cómo consigues sacar de un cuento cursi una emoción que erice los vellitos de los brazos? (si, tengo la ventana cerrada)

    será por
    la sensualidad,
    la templanza,
    la vitalidad y la alegría,
    el contacto, la intimidad
    y...

    el vocabulario.
    :-)

    me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  23. Jajajajajajajaja contigo he encontrado un filón Raúl. Súper divertido, mágico y atractivo blog.

    ResponderEliminar