amor en limpio

lo había intentado los sábados por la noche, pero constató que las relaciones turbias no le llevaban a ninguna parte. también probó con internet, pero después de muchas mentiras desistió. se apuntó a clases de salsa (sus amigos le dijeron que allí encontraría muchas candidatas), pero abandonó cuando se esguinzó el tobillo. además, tampoco le convencía nada de lo que vio. en casa, con la pierna en alto, en su acostumbrada soledad, maldijo su suerte con aspavientos, sin reparar en que tenía asida la taza del café. se derramó medio café encima, sobre la camisa. no estaba muy caliente, pero en seguida se formó enorme manchurrón. maldijo otra vez, exabruptando, hasta que un extraño humo se formó de la nada ante sus ojos. palideció. del humo salió una figura femenina sonriendo amablemente. recontrapalideció. “las manchas en la ropa ya no son problema con el nuevo powercleaner, con sus micropartículas de ultrapowerplus”, dijo la chica, mostrándole un paquete de detergente con el brazo estirado. cuando se miraron a los ojos algo surgió, con fuerza, y el color volvió a sus mejillas, enruborizadas. "hay que joderse!", dijo él, aunque en el fondo quería expresar que los misterios del amor son inescrutables.