juan dospasos miraba por la ventana, apenas asomando los ojos y la nariz, contemplando a la gente que caminaba por la calle. por allí venía uno que arrastraba los pies sin brío alguno, haciendo ese ruido chancletero tan desagradable. luego pasó un tipo enorme que pisaba regio, en majestuosas zancadas, avanzando como si se desplazara por una cinta mecánica. miró al otro lado de la calle cuando escuchó un poderoso taconear, anunciando el paso de algo soberbio, pero al final la cosa no fue en absoluto para tanto, por mucho empeño contoneador que pusiera la chica de los tacones. un niño cruzó dando saltos, con esa inagotable energía infantil... “cabrones”, murmuró juan entre dientes, y se apartó de la ventana girando fatigosamente las ruedas de su silla.
Joer, vaya flash el final!!! Deberíamos caminar pisando bien firme por aquellos que no pueden hacerlo, no? Una cosa tan trivial para nosotros supone un deseo inalcanzable para otros. Y no nos damos ni cuenta.
ResponderEliminarSé feliz y camina con brío. :)
vaya!, no esperaba ese final.
ResponderEliminarbonito cuento :)
mis pasos son silenciosos.
abrazos
yo ando ligera y me suelo tropezar con facilidad, bueno y lo de los tacones no lo llevo nada bien
ResponderEliminarbesos
¡Dime cómo caminas y te diré quién eres! Por supuesto, si no caminas, pero te gusta mirar, algo de ti también se puede decir...
ResponderEliminarGenial. Besitos, Raúl!
Vaya con Juan Dospasos. Tendría que colocar algo en sus ruedas que sonara al girar. Así el también marcaría sus pasos al rodar.
ResponderEliminarMuy bueno Raúl.
Inesperado final. Yo imaginaba que al final pasaría alguien impresionante.. que le haría salir de su escondrijo. Ser actor y no espectador. Pero Juan Dospasos, con las piernas inmovilizadas, mira a la gente caminar para terminar diciendo "cabrones".
ResponderEliminarEse Juan sin duda es español!
Buen microrelato, sin duda. ¿Para cuándo una edición en papel? eh? ;)
ResponderEliminar¿en papel? bueno, los textos del blog se pueden imprimir, no? escribir de verdad se lo dejo a los/las profesionales :)
ResponderEliminarUffff, contundente señor Raúl!!!! En fín, he leído por ahí algo así como que seguro que era español,jajajaja, bueno el parapléjico en cuestión era un envidioso, pero es un caso particular...
ResponderEliminarMe encantó la originalidad de tu historia, niño. Besos
Es más que humano tener ese sentimiento ante la impotencia de los límites que la naturaleza o la vida nos marcan y el caminar, no es solo una capacidad, es la libertad, la independencia, el saber que uno puede ir allá donde sus pasos quieran llevarle.
ResponderEliminarUn abrazo.
solo dos pasos??? parece que el hombre ha tenido un largo caminar...
ResponderEliminarby the way,,, yo tengo todavia un walkman.. y cintas que yo grababa,,, suena y to...
Si es dios da pan a quien no tiene dientes...
ResponderEliminarBesicos!
fantástico!!!!!!!
ResponderEliminarel apellido es genial. desde luego si nació parapléjico se quedó corto con el calificativo.
About Vs: sin duda craker
Besosss
A mí me sigue sin quedar claro el significado de la señal de la foto ¿peligro gente con piernas? ¿peligro piernas sin gente?...
ResponderEliminares un tanto inextricable, sí, yo tampoco sabría definirlo
ResponderEliminarEstoy con taratela:sería buena idea lo que sugiere.
ResponderEliminarMe gusta el adjetivo "regio": me gustaría pisar así,pero debo practicar mucho,creo .En fin...