cuando la conoció por primera vez le provocó una gran ternura. ella le estiró del dobladillo del pantalón, intentándose hacerse notar. él bajo la mirada, para corroborar si realmente había sentido algo o sólo eran imaginaciones suyas. pero ahí estaba, diminuta, con los ojitos vibrantes de agua, como un dibujo manga a punto de llorar. él sintió lástima, y le prestó atención, la acarició, la mimó. cada día ella crecía más y más, exigiendo más y más dedicación, consumiéndole más y más energía. hasta la marchitez. ahora que ella era un monstruo enorme, impío, él se lamentaba con gran amargura. “a la tristeza hay que matarla cuando todavía es chiquitita”, pensó.
Que saco de imaginación tienes en esa cabecita!
ResponderEliminarMe encantó!
¡Qué original! ¡Qué imaginación! A mí también me gusto mucho mucho... Mejor no alimentar la tristeza, que luego se pone muy fea :P
ResponderEliminarQue forma más estupenda de humanizar los sentimientos. Me encanta. Pero yo creo que la tristeza, como muchas otras cosas, también es necesaria en nuestra vida. De lo que se trata es de dejarla que se desarrolle hasta una justa medida. De permitirla que se coja unos largos períodos de vacaciones y nos abandone para poder disfrutar, mimar y acariciar el mayor tiempo posible a su antagonista. ;)
ResponderEliminarYo creo que no hace falta matarla. La tristeza también se puede "disfrutar", pero claro, hay que ir podándola, no dejarla enraizar demasiado, ¡cómo si fuera un bonsai!
ResponderEliminar¿Tú podrías matar una cosita con ojitos grandes como un dibujo manga a punto de llorar? Yo creo que no..jaja
Bico. Siempre encantadores tus cuentos.
Ains, cuanta razón tienes!
ResponderEliminar:(
jo...ahora me he puesto triste...
¡Felicidades! Gran texto (pero por favor deja alguna tristeza viva, aunque sólo sea para los artistas).
ResponderEliminarla historia cojonuda! la foto... si veo un especimen amarillo de tal calibre no me coge ni Usain Bolt
ResponderEliminarLa tristeza hay que atenderla cuando llega y darle su momento de importancia, pero nunca alimentarla o se quedará instalada para siempre con nosotros.
ResponderEliminarNos ha encantado tu modo de contarlo.
Un abrazo.
Es una preciosidad de relato. De verdad que me ha gustado muchísimo, Raúl. :/ (es que me deja así como triste, se me da bien, ya lo sé)
ResponderEliminarLo dicho por Taratela y demás brotes elogiantes. Eres un megacrack. Abrazo, Raul.
ResponderEliminarDestilas imaginación, tío!
ResponderEliminarUn abrazo.
a veces puede ser una buena compañia, necesaria, y buscada pero hay que saber soltarle la mano a tiempo
ResponderEliminarbesos
xxx
¡Uf..!!, Melancolia y ademas agarrada al riñon....¡Quita!!, Quita!!.
ResponderEliminarMelancolias....Quizas... mas bien.. las justas.
Buena descripcion, relato y fotico.
Saludos cordiales, de vuelta del Sur.
Jesus
Y luego dices que yo cuento bien las cosas! . Bello relato...
ResponderEliminartenía ganas de volver a leer un cuento de los tuyos, y como siempre, me ha encantado!.
ResponderEliminar"la mirada melancólica encierra la más grande de las bellas tristezas"
Maravilloso cuento.
ResponderEliminarY cuánta razón llevas. A la tristeza no se si hay que matarla pero si enterrarla antes de que se enrede mas y mas hasta provocar el ahogamiento.
¿He dicho enterrarla viva? ¡Qué cruel soy! :-)))
Besotes.
Raúl, ¡me ha encantado la historia!. Creo que el hombre entendió demasiado tarde, la verdad. Es una historia genial. Muy chula. Besos
ResponderEliminarJoer, Raúl eres la p*ll* ,lo siento por el lenguaje soez, pero a veces es la mejor manera de expresar lo que se siente ante tanto talento..
ResponderEliminarMe ha encantado.
¡Dios, qué relato más grande a pesar de lo escueto! De verdad, me ha encantado, pero esta vez más que otras veces.
ResponderEliminarEnorme.
Que la tristecita se hace la tierna al principio...pero siempre crece!!!!
ResponderEliminarEres un divino!!!
Besos y a ver si la proxima, la matamos de chiquita...jeje
Me has dejado pensativa... yo creo que debería matarla ya, pero es enorme!
ResponderEliminarBesicos
Buenas:
ResponderEliminary todo esto por una foto... qué imaginación tienes: genial!!!
Crees que un sentimiento (o por lo menos alguno/ciertos) desaparecen o crecen en función del caso que les hagamos? Cierto que entregarse, con dedicación...pero quién puede resistirse a esos ojitos a punto de quebrar.
Respecto al versus de hoy (aprovecho por no invadir de correos): hacía siglos que no escuchaba esta canción... algunas veces, cuando visito tu blog, me viene de golpe la consciencia del paso del tiempo. 15 años!!!, uffss
En este caso me quedo con la 2ª versión que suena más despreocupada.
Besos Raul
Super bonito y tierno, el mini relato. La tristeza sólo tiene gracia a veces... el resto del tiempo, mejor cultivar las sonrisas. Besitos.
ResponderEliminaroyes... tu sabes con que se mata a esa señora? me ha puesto un poquito triste tu cuento...
ResponderEliminarBesicos
qué penica me dió el prota...y la misma tristeza.
ResponderEliminarun cuentito muy reflexivo, sí señor.
un besote Raúl!
Buena e interesante reflexión, pero talvez lo contrario todavía le resulte... Matar la tristeza no creo que sea posible, forma parte, pero uno puede aceptarla tal cual es...
ResponderEliminarDejarla chiquitita, eso sí.
ResponderEliminarMuy bueno RAúl.
Un abrazo