por muy felino que fuera, federico nunca mostró fiereza alguna. tenía las garras de adorno, y le asustaban los ratones. federico prefería otros ambientes, y ejerció su derecho a ser feliz.
bueno, yo estoy razonablemente a gusto conmigo mismo, así que no me planteo cambios sustanciales, pero me parece perfecto que quien tenga un problema en ese sentido intente vivir de otro modo para sentirse mejor.
¿Y le dejaron ser feliz en otra manada que no era la propia? ¿sí? ¿libre de sospecha? Qué raro... y qué bonito. Bien pensado sí que es antinatural este Fede, porque a los gatos no les gustan las grupos, son más bien individuales (creo no les gusta compartir... les gusta tener todo el mimo para ellos.. jajaja). Un bico.
Ayer no pude venir y me perdí esta preciosa reflexión.. Está monísimo Federico con orejitas de conejita playboy, jejejejejee, qué tierno/a.. Me encantan tus historias. En la entrada de hoy dos pedazos de tema que no puedo oir ahora, pero que escucharé en casa en cuanto me sea posible. Besos, Raúl.
ja ja ja ja ja que cosa, el gatito que se sentía mejor siendo conejo... espera voy a por mis orejas yo también y me uno a ese grupo, que de este a veces, ya me aburro...
Me ha encantado...no tengo nada que añadir..lo has sabido expresara ala perfeccion.
ResponderEliminarEse Federico!! Con un par para seguir siendo el mismo!!
ResponderEliminarBuen día!
...y vivió feliz para siempre, comiendo zanahorias y f* como un conejo?
ResponderEliminarXD
buenísimo! =^-^=
ResponderEliminary que mirada más dulce tiene Federico... la felicidad a un par de orejas :)
ResponderEliminarBuen día!
jijij pues su nuevo ambiente le sienta requetebien
ResponderEliminarquien sabe lo mismo tiene un plan....
jijijijijiji... qué bueno, ¡cambio de identidad!
ResponderEliminarAunque el gato se vista de conejo, ¿gato se queda? :P
ResponderEliminarDespués del esfínter de ayer y esto de hoy (un conejo felino) ¡ya no sé qué pensar!
ResponderEliminarDe locos felices está el manicomio lleno. Como dice eme, se ponga lo que se ponga, gato se queda.
ResponderEliminarEs importante encontrar el sitio adecuado, sin duda. Me alegro por el gato... por el conejo. Bueno, por él.
ResponderEliminarSaludos!
Bravo por Federico!
ResponderEliminarJuaaaaaaaaaaaaaas es genial....
ResponderEliminarTe identificas un poco con él??
Por aquello de lo sensible, digo...
bueno, yo estoy razonablemente a gusto conmigo mismo, así que no me planteo cambios sustanciales, pero me parece perfecto que quien tenga un problema en ese sentido intente vivir de otro modo para sentirse mejor.
ResponderEliminar¿Y le dejaron ser feliz en otra manada que no era la propia? ¿sí? ¿libre de sospecha?
ResponderEliminarQué raro... y qué bonito.
Bien pensado sí que es antinatural este Fede, porque a los gatos no les gustan las grupos, son más bien individuales (creo no les gusta compartir... les gusta tener todo el mimo para ellos.. jajaja).
Un bico.
Asi debe ser.
ResponderEliminarHay que buscar la felicidad y no encasillarte donde el escaparate de la sociedad quiera verte.
Muy bien por Federico, ole sus h.. :-)
Un beso.
Que bueno XDD
ResponderEliminarSe te ocurre cada historia... te admiro, de verdad.
¡Me lo como! ¡Qué cosa tan linda de gato y de relato!
ResponderEliminarYa va siendo hora que aprendamos a asumir las diferencias y dejar que cada cual viva su vida como le apetezca.
ResponderEliminarPor cierto, Federico nos parece un ser adorable.
Un abrazo... eres genial contando cosas.
Sos genial!!!
ResponderEliminarLa foto esta fantástica, y me encantó la idea de ser auténtico!
Besos
Y seguro que vivió feliz siendo lo que sentía que era... que para eso estamos en este mundo. Besos.
ResponderEliminarAyer no pude venir y me perdí esta preciosa reflexión.. Está monísimo Federico con orejitas de conejita playboy, jejejejejee, qué tierno/a.. Me encantan tus historias.
ResponderEliminarEn la entrada de hoy dos pedazos de tema que no puedo oir ahora, pero que escucharé en casa en cuanto me sea posible. Besos, Raúl.
por lo menos así no está desubicado, como muchos otros...
ResponderEliminarMuaks
Encarna
Ay precioso el cuentito!
ResponderEliminarme lo llevo en el corazón con tu permiso.
(y la fotito ilustrativa fantástica :D)
un beso!
ja ja ja ja ja
ResponderEliminarque cosa, el gatito que se sentía mejor siendo conejo... espera voy a por mis orejas yo también y me uno a ese grupo, que de este a veces, ya me aburro...
Genial, jajajajaja!! Con lo fácil que es feliz, qué difícil nos lo ponemos, eh?
ResponderEliminarEstupendo por Federico!! Muy adecuada la foto
ResponderEliminar:-)
ResponderEliminarqué bien dices cosas en pocas palabras.
he venido hoy por primera vez a dar una vuelta por aquí desde el blog de pitima, a quien sigo.
¡Que viva Federico! : )
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