preparaba la receta con renovado amor, estaba dispuesta a espantar fantasmas discusionales pasados con una gran cena reconciliadora, decidida a que todo fuera maravilloso en esta nueva etapa de su vida en pareja. “un pellizquito de alegría, cuarto y mitad de comprensión, dos terroncitos de respeto” iba leyendo los pasos en voz alta, al tiempo que mezclaba ingredientes. sultán olisqueaba excitado, dando vueltas por la cocina, estorbándola. “un cachito de complicidad, dos tercios de ternura, una rebanada de ilusión”... el teléfono la interrumpió: “maría, cielo, tembo que cerralr unos asummpos en la ofisssina, no me esberes a cennar”. maría le colgó y se cagó tres cuartas partes en su puta madre. sultán meneaba el rabo como loco, no podía creer el manjar que le estaban poniendo en el cuenco de la comida.
jo, qué chasco!
ResponderEliminarbuen finde!
:*)
El manjar se lo merecía más sultán, que era realmente su pareja.
ResponderEliminarBuen finde!!!Por fin!!
Dile a Maria que no pierda más el tiempo. Que lo deje que lo deje! Y empiece a cocinarse para ella misma :-)
ResponderEliminary creo que, el tipo ni tenía problemas de dicción ni era catador oficial de Johnny Walker... al menos sultán cenó como un rey.
ResponderEliminarsupongo que por la interrupción se ha dejado las dos medidas de paciencia y el doble de buen humor... aunque a veces el mejor de los ingredientes es un punto de determinación y que le den candela.
feliz viernes.
Sultán reza pa que no vuelva el tipejo ese. Escribes unos cuentos chulísimos...
ResponderEliminarPetonets
Encarna
lo de cagarse tres cuartas partes en su puta madre, es una de esas frases que hay que anotarse y soltarle a alguno de vez en cuando...
ResponderEliminarMira que dejarse el manjar...estos borrachos....
buen finde ;-)
Si es que cuando algo no tiene arreglo, no tiene arreglo, y no pasa nada, Es mejor hacerle la comida a Sultán.
ResponderEliminarEsas frases tuyas están geniales, es cierto que hay que apuntarlas, ;-)
Buen Findeee!!
Qué bueno Raúl! De regalo de viernes, uno de tus cuentos con inteligencia y sentido del humor. Me encanta!!!
ResponderEliminarFeliz fin de semana!
¿cómo arreglar esto? una receta estupenda, preparada de la forma más dulce, pero no para alguien así, desde luego.
ResponderEliminarbonito cuento raúl :)
_un abrazo
A veces pasa... preparas la receta y tras el chasco se la come el que esta más cerca...
ResponderEliminardificil estar en la misma honda, en el mismo momento.
Yo tb me apunto "la frasecilla"
Me gustó.
Un beso
Por lo menos Sultán disfrutó!! Y no fue a la basura. Yo tb me apunto la frase "se cagó tres cuartas partes en su puta madre"
ResponderEliminarBuen finde
JAJAJAJA. Hace justo un año me pasó lo mismo salvo que ¡sin perro! Igual si Sultán hubiera estado al lado la desilusión habría sido menos. No sé si aferrarme a la fidelidad de los perros ¡o mandar el recetario a la mierda!
ResponderEliminarGENIAL, como siempre.
Me ha recordado la peli aquella... ¿Como agua para chocolate?... jejeje.
ResponderEliminarRecuerdo además una vez en la que me puse a hacer una tortilla de patata con una mala leche impresionante. Estaba muy cabreada con mi pareja de entonces.. Cortaba la cebolla como si fuese su cabeza... agssss. Él siempre se quejaba de la tortilla... ¡nunca estaba a su gusto!. Pero ese día... ¡le encantó!.
Extraño ¿verdad?....jajajaja.
En la cocina siempre hay que poner sentimiento... jejejeje.
Me ha encantado el cuento, por descontado..
Bicazo Raúl.
(Perdón si no te visito tanto como me gustaría, pero no tengo demasiado tiempo, no es que haya perdido interés por tu blog, que sigue igual de interesante y divertido que al principio, que lo sepas)
Buen relato, amigo... Mmm no sé si será de causalidad, telepatía o quizá sí influencia. Pásate por el de poemas (fondo gris). Aquí la menda hizo una receta para ser feliz. ¿Será que el clima veraniego aviva los jugos gástricos?
ResponderEliminarHablando en plata: tengo hambre.
Beso mordido.
Q.
el amor de un perro ya se sabe
ResponderEliminares incondicional
el otro
puede traernos malos ratos
pero tampoco podemos vivir sin ellos
claro que siempre nos queda desahogarnos cagandonos en su puta madre
jajajaa
genial
un beso
pues con semejantes especies, lo tiene todo para desahogarse, el laurel para la digestión, la pimienta y la guindilla para limpiar los pulmones, el ajo que es un antibiótico natural y las cebollas limpian el organismo y ayudan a llorar, si a eso añadimos el amor...quien dice que la comida no cura. Besitos
ResponderEliminarapesar da alegria de sultón
ResponderEliminar...muito tris te...
~
JAJAJAAJA! qué bueno! y lo que lo disfrutó Sultán, que volvía a ser el rey de la casa! jeje...
ResponderEliminarbueno pues nada, María volvía a tener ante sí tooooda una vida y es que a veces no nos damos cuenta de lo que perdemos, hasta que volvemos a recuperarlo ;)
que pases buen finde Raúl!
besote,
Mary :D
gracias por los comentarios buenos. me alegra que haya gustado el relato :)
ResponderEliminarA lo mejor Sultán lo necesitaba más que él. jeje.
ResponderEliminarComo receta, es todo un lujo, que cada uno añada su propio ingrediente ¿verdad?
Besos, Raúl.
Oye, el sultán debe ser a estas alturas sabio no? ;)
ResponderEliminarbesicos
Un relato muy chulo, y después de leerlo me he quedado con las ganas de conocer la historia desde el punto de vista del "otro". Ella desilusionada y él pillándose una cogorza.........creo que me interesa más él :P
ResponderEliminarEs que, claro, ya se sabe, la miel no está hecha para la boca del cerdo...
ResponderEliminarBuen relato, rauli
jajajajajaja!! eso nunca me va a pasar porque no cocino. jeje!!! chulísimo.
ResponderEliminarDe nuevo..
ResponderEliminarEspero que lo de -Las tres cuartas partes de su .....- no se lo hechara a la olla, de ser asi seguramente sultan hubiera tenido ardores.....je je je je.
Un cuento, bastante real, si fuera yo la mujer del susodicho cabroncete, cogeria a sultan, tiraria esa esperanza a la basura y me iria a enrollarme por ahi.
Good job!.. Raul.
Jesus
ay...si todo fuera tan fácil como seguir una receta XDD Fantástico microcuento...como siempre (me repito como ese ajo de la foto!)
ResponderEliminarcómo es? cagarse en los tres cuartos??? jajaja me ha encantado, y te digo más, Sultán tambien se merece que le preparen un manjar con el mismo sentimiento... no? kisses
ResponderEliminarOtras interpreta-ciones. Si Sultán mueve el rabo demasiado es que quiere que le envíen a paseo! Así que Maria (sin tacos y con humor) le abre la puerta para que salga :D :D
ResponderEliminarMenuda dieta la del sultan!!!
ResponderEliminar:-D
raúl, de verdad que eres la poya.. jaja el tio mamón.. pos na pal perro.. jaja
ResponderEliminarCuando llegó a casa después de una noche terrible, tenía tanto trabajo en ejem ejem la oficina, se encontró con una nota:
ResponderEliminar"Te dejo. En el congelador te queda la comida de Sultán. Perdona, cariño, la tuya nos la llevamos nosotros. Pienso que no te importará. Nos vamos los dos a ser felices en Nosesabedonde. Ciao bacalao"
Aaah por eso prefiero salir a comer fuera siempre, jeje.
ResponderEliminarentretenido relato
besos
Sin lugar a dudas el paladar de ese hombre no es merecedor de tan suculenta cena y dedicación; muchas veces volcamos nuestras expectativas en personas y nos equivocamos, debemos volcarlas en nosotros mismos.
ResponderEliminarLa frase de "cuarto y mitad..." lapidaria, la anoto mentalmente.
Acabo de descubrir esta sección de cuentos, todo un acierto me encantan las historias breves.
Osculos.
Muy bueno todo: cuento,final,y la frase de las tres cuartas partes jajaja
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