la primera sirena-matriuska
era ciertamente encantadora.
melena rubia enredadera
deliciosa voz angelical serena.
la segunda, más pequeña,
era un poquito más tosca.
la melena ya más corta,
con la voz un tanto ronca.
la tercera ni siquiera
parecía ya sirena,
sin cabellos, con las cuerdas
vocales todas resecas.
la última se hallaba
a años luz de ser bella,
y desde luego no cantaba
ni una nota en a capella.
y allí abría y cerraba
su absurda boca muda.
era, todo escamas,
sólo un pez
fuera del agua.
y es que toda sirenita
tiene dentro una sardina,
y sus cánticos se apagan
cual trompeta con sordina.
Trompeta con que?!?
ResponderEliminarMuy bonito el cuentecito ;-)
pues eso, con sordina, el cacharrito que se pone al final de la trompeta para apagarla, quitándole brillo al sonido. en realidad es la historia de una decepción (ohhh!!), de un desembrillantamiento. me alegra que te gustara, en cualquier caso. gracias por el comentario!!
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