hay canciones de la infancia que permanecen indelebles en la memoria. hoy me ha dado por pensar en lo que significarían estas canciones para mis padres, dos jóvenes que todavía no habían cumplido los 20 cuando nací yo. mi madre escuchaba rito, el disco con el que se dio a conocer luis eduardo aute, una y otra vez, infatigablemente, lo sé porque lo tengo serigrafiado en el cerebro. rito de agujeros y cipreses, por citar una de las canciones de ese álbum, es tristeza pura, terrible. como en gran parte de los primeros trabajos de aute uno se enfrenta a un existencialismo feroz, lacerante, que dejaría en mantillas cualquier posible angustia postmoderna al uso.
recuerdo perfectamente, por otra parte, canciones como campanades a morts, de lluís llach, que mi padre ponía con mucha frecuencia también. sólo con verle desenfundar el disco me estremecía. el tañer de campanas, la tuba, los coros…. ya con los años, cuando comprendes que se trata de un homenaje a los muertos republicanos, para que no olvidemos nunca jamás a los perdedores, te estremeces doblemente.
¿eran conscientes mis padres de cómo estas canciones podrían incidir en un niño? ¿puede conformar la música el carácter, la percepción del mundo, la forma de sentir? ¿qué música comparten hoy los padres con sus pequeños? en fin, que hoy ha tocado (no sé muy bien porqué) introspección y retorismo.
¿eran conscientes mis padres de cómo estas canciones podrían incidir en un niño? ¿puede conformar la música el carácter, la percepción del mundo, la forma de sentir? ¿qué música comparten hoy los padres con sus pequeños? en fin, que hoy ha tocado (no sé muy bien porqué) introspección y retorismo.
Pues yo creo que los padres no somos muy conscientes, pero el hecho es que la música que escuchamos y antes escuchaban nuestros padres quedan en el inconsciente de los niños de una u otra forma y lo asocian a momentos, a estados de ánimo e incluso a rincones de la casa.
ResponderEliminarYo recuerdo que mi madre tatareaba incesantemente un bolero tristísimo, como casi todos los boleros. Hablaba de desamor y yo lloraba incensantemente mientras ella cantaba y "la jodía" aumentaba el tono de voz pues debía ser que se divertía viéndome llorar, jajajajajaj
Comenzaba ese bolero con esta letra: "están clavadas dos cruces en el monte del olvido, por dos amores que han muerto, que son el tuyo y el mío".... era verdaderamente triste... Nunca escucho esa canción.
Me gustó tu post de hoy. Besos
Yo creo que la música no entiende de generaciones. Gusta o no gusta.
ResponderEliminarClaro. Son emocionantes. Los niños pueden no estar preparados para esas intensidades, para esa crudeza... Y en un niño, o una niña, así como eres tú, muy sensible para la música, en el sentido de ser muy susceptible a todo lo que se transmite en esas notas, en esas letras...
ResponderEliminarYo me acuerdo, cuando era pequeña, y hacía los deberes del cole en la mesa de la cocina... Después de haberme aplicado y de estar concentrada lo que a mi me parecían eternidades de repente salía de mi ensimismamiento porque alguien había dejado una emisora de música clásica puesta en la radio, y aquellos instrumentos me transmitían inquietud, miedo... De repente era consciente de que se había hecho de noche, y de que estaba sola en la planta de arriba de mi casa (el negocio familiar estaba en el bajo, y allí estaban los demás, trabajando). Me cagaba de miedo...
Lo dejaba todo y bajaba sigilosa, siempre vigilando la retaguardia.. jajaja
Fíjate que era distinto con otras músicas, por ejemplo, si alguien cantaba, porque entonces ya me sentía más acompañada, más en la realidad humana. La música instrumental me llevaba demasiado por otros mundos... misteriosos.
Buen post!
Hey Raul, me ha gustado muchísimo el enfoque de tu texto, con esas referencias a las canciones que permanecen en la memoria desde la infancia y esas preguntas que dejas en el aire sobre si los padres eran conscientes de hasta qué punto han influido en esos niños, ahora adultos. Tremendas cuestiones. Abrazo.
ResponderEliminarque recuerdos!!! anda...
ResponderEliminarNo sé si será una leyenda urbana, pero me marcó cuando supe
ResponderEliminarque el "Ojalá" de Silvio
no es en realidad una canción de amor,
sino un repudio a Castro.
Un beso, Raúl
Interesante reflexión... yo tb tengo muchas grabadas en el inconsciente...
ResponderEliminarMe parece una reflexión bastante interesante.
ResponderEliminarMis hijas conocen mucha música rock de escuchar lo que yo escucho.
Creo que la música puede marcar y puede ligarse a los recuerdos con la misma fuerza que un olor o una imagen, si no más.
ResponderEliminarSobre lo que puede influir en la forma de ser de los niños, pienso que no poco, y por eso agradezco que mis padres no me pusieran demasiado los pitufos makineros y otros discos que prefiero no nombrar.
yo es que era más del padre abraham. pitufo clásico, vamos. no todos iban a ser cantautores!! (y pink floyd, mike olfield, ray charles, alan parsons, vinicius de moraes, kraftwerk, gloria lasso, robert palmer, john mayall, the platters, police, j.j. cale...)
ResponderEliminarJoer, pues vaya día llevo hoy de pasearme por blogs que me dejan el corazón arrugado. Será que no es problema de los blogs, sino mío.
ResponderEliminarLos niños son como esponjas, todo lo que ocurre a su alrededor se va registrando en ese papel en blanco que acabará por conformar su carácter.
Supongo que los niños de ahora comparten lo mismo que tú y muchos de nosotros compartimos con los nuestros. Yo les dejo disfrutar de sus propios descubrimientos pero a la vez sonrío cuando les oigo cantar algunos de los temas que han conocido a través mío.
De cualquier forma, lo bueno de todo esto, es que haya música en sus vidas.
Ese tema de Luis Llach es escalofriante, amigo.
Si que puede incidir... pero algunas veces, maño, que mis padres escuchaban a los chichos!
ResponderEliminarjajajajajja
Besicos
Los primeros discos de aute son impresionantes...te encuentras joyas como estas...como me gusta Aute...!!!! MI amiga Livy dice que le gusta hasta cantando las paginas amarillas...
ResponderEliminarSin duda alguna inciden en el caracter del niño o de cualquiera que las escuche, adaptamos nuestras ideas a la realidad social que vivimos y cuando somos pequeños ese hogar teje una gran parte de nuestra personalidad, que buen gusto tenían por tú casa!!!
ResponderEliminarY te acuerdas cuando mamá nos ponía los discos de cuentos ? :-)
ResponderEliminar¿cómo no me voy a acordar, hermanita? hipnotizaos perdíos, nos quedábamos ¿cómo no me voy a acordar?
ResponderEliminarmi madre tenia a todas horas puesta una de nino bravo que se llama el viento,,, que buena era.. y es...
ResponderEliminarEntrañable reflexión. Dándole vueltas, los recuerdos musicles que me llegan de mis padres (bastante más mayores que los suyos) son de Demis Russos y tengo "clavados" a Los Indios Tabajara... ¿De dónde me vendrá lo mío? ...
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada.
En el caso de los niños pequeños que me rodean, sus padres ponen el dvd del cantajuegos. No sé qué es más estremecedor, si el existencialismo de Aute o esto.
ResponderEliminarEs broma, pero no deja de resultarme inquietante.
De alguna manera casi todo lleva una marca influyente y sutilmente indeleble en la infancia y la música no puede ser la excepción.
ResponderEliminarInteresante blog.
Saludos.
Es curioso ver como esas cosas que nos gustan a los padres, quedan grabadas en el recuerdo de nuestros hijos y forman parte de muchas de las vivencias que nunca olvidan.
ResponderEliminarNos ha gustado mucho esta entrada tuya.
Un abrazo.
Cuántas de estas canciones habré escuchado de pequeña...
ResponderEliminarTODO INFLUYE CLARO QUE SI. SOMOS ESPONJITAS QUE LO ABSORBEN TODO, PERO LOS POROS DE CADA UNO SON DISTINTOS, CADA UNO FILTRA DE UN MODO. Y TU SENSIVILIDAD YA VENIA DE SERIE POR GENETICA, ESTA CLARO.
ResponderEliminarUN BESOTE
Yo creo que sí, que la música afecta, del mismo modo que lo hacen las caricias de tus padres, las formas de tratarte o cómo te hablen. La música es una más en tu desarrollo.
ResponderEliminar¡Precioso post!
Mu chulo el post, Raúl. Digamos que si te pones a pensar que mis padres escuchaban Los amigos de Gines, Luis CObos y Camilo Sesto, tío, has sido un privilegiado! Saludos!
ResponderEliminarYo creo que mis padres debían escuchar la marcha fúnebre porque me pasa lo que a tí.. eso si, recuerdo mi primer tocadiscos y cómo mi hermana luego me surtió bien de Genesis (con Peter Gabriel), L.Zeppelin, Parsons, Supertramp (overtura de los locos, qué cancionzaca.. me ponía los pelos de punta) y tantas otras..
ResponderEliminarSi, la música que escuchas es determinante. No quiero ni pensar la cantidad de niños que ahora cantan a la Maria Isabel y Bisbal.. qué criterio y qué sensibilidad musical tendrá de mayor..
Eras un niño muy mono.
Besos
Pues todo influye y todo marca una etapa.
ResponderEliminarPero se reviven con los recuerdos y ahora hasta le das otro significado.
Es agradable volver la vista atrás y entender aquello con otros ojos que no son los de ahora.
Me encantó este post.
Un beso.
dices lo de la introspección y retorismo como si tuvieras que disculparte. y a mí me encanta. bueno, claro.
ResponderEliminarno sé si la música que escuchan los padres marca...
mi madre escuchaba unos programas que sobrevivían de la postguerra imagino,
unas dedicatorias: a fulanita en el dia más feliz de su vida, su primera comunión y allí salían manolo escobar buscando el carro y cantándole a la madresitamariadelcarmen,
y salía el fary, y andaba el toro enamorándose de la luna, y una niña de cuatro años gallegohablante entendía perfectamente el asentitoandalú, jajaja,
que me desvío,
en fin
que ya ves tú con qué antecedentes me entraba a mi el hormiguillo en la adolescencia cuando escuchaba algunos temas de sussy quatro, slade, who, rolling stones...
a ver si le encuentras tú la relación,
más allá de la que uno es hijo de su tiempo